martes, 16 de septiembre de 2008
NOSFERATU, EINE SYMPHONIE DES GRAUENS (1922) FRIEDRICH WILHELM MURNAU
SINOPSIS: H. Hutter viaja a los Cárpatos para cerrar un negocio comercial con el conde Orlock. Allí descubre que éste es en realidad una siniestra criatura que se alimenta de la sangre humana. Poco tiempo después, el conde abandona su castillo y se dirige a Bremen en busca de Ellen, la esposa de Hutter. Sólo ella puede acabar con el vampiro si consigue hacerle olvidar el canto del gallo.
CRITICA: "Nosferatu" puede ser considerada -y de hecho lo es- como la primera adaptación al cine de la novela de Bram Stoker. Pero no ha sido fácil que llegase hasta nuestros días.
Como mucha gente sabrá, la esposa de Stoker emprendió acciones legales contra la productora al darse cuenta del más que evidente plagio, ya que Murnau había alterado los nombres de la novela con la intención de no tener que pagar los derechos de autor. Un juez ordenó la destrucción de todas las copias y negativos de la película. Gracias a Dios, la cacería no tuvo un éxito completo.
Fue la primera película de cine mudo que tuve la oportunidad de ver, y lo cierto es que resultó una experiencia francamente inolvidable. Fue como sumergirse en un sueño, como escuchar los ecos de una época pasada. Yo no puedo opinar sobre el expresionismo alemán porque no tengo ni idea del tema, pero supongo que será verdad lo que siempre se comenta, ¿no? Jeje, estos críticos...
En una cosa estamos todos de acuerdo: Max Schreck es el vampiro más feo que ha parido el cine. Es una figura etérea, fantasmal, que proyecta su estremecedora sombra sobre las paredes; sus delgadas manos están armadas de unos dedos larguísimos y amenazadores... Schreck dio vida a uno de los mejores monstruos de la historia del cine.
Nosferatu inunda la pantalla con cada aparición que realiza, creando escenas tan memorables como la del ataque a Hutter en el castillo (sí, esa escena que todos hemos visto alguna vez, con la siniestra figura del conde en la puerta de la habitación de Hutter), o el espléndido final en el que el vampiro desaparece con los primeros rayos de sol (y esto fue cosa de Murnau y no de Stoker, ya que en la novela Drácula puede vagar a la luz del día).
Por mi parte no tengo nada más que decir, o al menos nada que resulte interesante -porque todo lo que escribiese serían halagos-. La historia ha puesto a esta película en el lugar que se merece.
Una obra imprescindible para entender el cine de terror.
TRAILER
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